Conozca más sobre la miel de abeja
La miel de abeja es un poderoso alimento, con infinitas propiedades, y múltiples aplicaciones. ¿Desea conocer más? Le recomendamos la lectura de los siguientes artículos.
La miel de abeja es un poderoso alimento, con infinitas propiedades, y múltiples aplicaciones. ¿Desea conocer más? Le recomendamos la lectura de los siguientes artículos.
Las abejas son sociales, no pueden tener una existencia aislada; ellas viven en colonias muy organizadas, compuestas por obreras, zánganos y una reina.
Las obreras: hembras y las más numerosas, hacen casi todo el trabajo: limpiar y preparar el panal, recolectar néctar, polen, y producir la miel.
Los zánganos: únicos machos del panal, fecundadores potenciales de la reina y viven en primavera y verano. Las obreras se encargan de alimentarlos.
La reina: nace de un alveolo más grande que los otros. Su primera misión es la de matar todas las larvas de las otras celdas reales. Después se unirá con los zánganos hasta que la espermateca (una reserva para espermatozoides) esté llena. Pondrá una media de 2.000 huevos al día.
Las pequeñas obreras: sólo viven 45 días, que emplean en: limpiar y vigilar la colmena. Nutrir los alveolos reales. Guardar el polen y cosechar néctar de las flores. Edificar los paneles y elaborar la miel.
Los panales con celdas llenas de miel son sacados, se destapan sus celdillas y luego, mediante centrifugado se extrae la miel.
Hasta la implantación de estos cuadros móviles, este proceso se realizaba por presión, que suponía la destrucción de gran parte de la colmena, algo que sigue ocurriendo cuando se lleva a cabo el proceso en colmenas silvestres.
¿Nos vamos de luna de miel?
La expresión "luna de miel" se remonta a los romanos. La madre de la novia dejaba cada noche, en la alcoba nupcial, un tarro rebosante de miel, para que los enamorados hicieran uso de ella como mejor les apeteciese. Están de "luna de miel" era sinónimo de decir que estaban en plena pasión desbordada, la que solamente podía ser mantenida mediante jarras de rica miel. El rito duraba toda una luna.
Este preciado alimento era depositado por familiares y amigos a la puerta del dormitorio de los recién casados, quienes salían para recoger su ración diaria.
Su gran riqueza en vitaminas y minerales, además de ser un alimento esencialmente compuesto por azúcares de absorción inmediata, le confieren unas propiedades energéticas insuperables.
Las propiedades medicinales de la miel son ampliamente conocidas y muy numerosas. La miel es la base de muchos jarabes naturales preparados con fines médicos. La miel tiene atributos antisépticos y antimicrobianos. Algunos de los usos medicinales que se le ha dado históricamente a la miel son:
Mantiene el hígado sano. Acelera el metabolismo del hígado, y lo protege de una dieta desequilibrada o del daño que provoca tomar muchos medicamentos. Si usted ingiere licor, la miel de abeja le ayuda a evitar la goma o resaca, tomando 3 cucharadas de miel de abeja después de haber teminado de beber.
Ayuda a conciliar el sueño. El estrés es una condición que actualmente afecta a muchas personas. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2017 al menos 264 millones de personas padecen trastornos de ansiedad. Estas afecciones causan insomnio o la dificultad para dormir. La miel contiene azúcares que aumentan los niveles de insulina en los humanos, produciendo otras hormonas, como la serotonina, que relaja a las personas y las ayuda a conciliar el sueño de manera más fácil. Se recomienda ingerir 2 cucharadas de miel de abeja en una taza de leche tibia.
Calmante del sistema nervioso. En particular, la hiperactividad de los niños. Se recomienda sustituir el azúcar de caña por miel de abeja.
Favorece la digestión. La miel con limón es ideal para mejorar el tránsito intestinal ya que metaboliza la digestión de alimentos. La miel previene y alivia el estreñimiento, así como el reflujo. Consumir miel con regularidad también alivia el ardor de la gastritis y los dolores causados por úlceras. Es ideal para tratar las úlceras gástricas. En este caso, se recomienda consumir 1 lb. de miel de abeja durante 10 días.
Para la salud del corazón. Ya que el corazón es el órgano que nunca deja de trabajar, también es el que más se desgasta. La miel proporciona la energía que necesita al sistema cardíaco, gracias a la fácil asimilación de glucosa que contiene. Esto ayuda a la normalización de los niveles de la sangre, así como los de la hemoglobina.
Alivia las heridas y las quemaduras. Las heridas y quemaduras se pueden aliviar al aplicarse miel de abeja en las áreas afectadas ya que tiene propiedades que favorecen la regeneración de las células. Por ejemplo, para las quemaduras del sol, después de bañarse, colocar miel de abeja sobre la piel hasta que la absorba por completo.
Depurador de la sangre, revitalizador y tónico cerebral: Una cucharada de miel cada mañana en ayunas ayuda a limpiar las vías sanguíneas y a empezar el día con ánimos renovados.
Para la gripe: Miel de abeja con limón o té herbal caliente.
Depurador de la sangre, revitalizador y tónico cerebral: Una cucharada de miel cada mañana en ayunas ayuda a limpiar las vías sanguíneas y a empezar el día con ánimos renovados.
Irritación e inflamación de la garganta: Su poder astringente hace que las gárgaras con miel sean un remedio excelente para este tipo de afecciones.
Para las vías respiratorias superiores
La miel ha sido usada durante siglos tanto en la cocina como en la botica, como remedio natural. Las propiedades y beneficios de la miel de abeja han sido conocidos y utilizados por distintas sociedades a lo largo del tiempo.
La miel de abeja tiene una composición compleja y rica en nutrientes, que han sido aprovechados para el consumo humano desde las sociedades más ancestrales.
La mayor proporción de dichos nutrientes está ocupada por carbohidratos, como la fructosa y la glucosa. Además contiene enzimas, antioxidantes, aminoácidos, vitaminas, minerales y ácidos orgánicos, que hacen que la miel tiene muchas propiedades. De hecho no solo se ha utilizado como alimento sino como un recurso terapéutico importante.
Veamos cuáles son las propiedades y beneficios más importantes.
Antibacteriano. Las inhibinas (peroxido de hidrogeno, flavonoides y ácidos fenólicos) presentes en la miel de abeja, le otorgan propiedades importantes como bactericida. Estas propiedades se atribuyen también a la presencia de glucosa oxidasa. Uno de los potenciales antibacterianos de la miel de abeja puede ser importante para el tratamiento de acné y para exfoliar la piel.
Antioxidante. Los antioxidantes son sustancias naturales que impide la formación de óxidos, los que a su vez frenan la descomposición celular. En este sentido, el consumo periódico de miel de abeja puede ser un complemento dietético importante en la prevención de enfermedades cardíacas, del sistema inmune y de procesos inflamatorios.
Endulzante natural. Antes de que se popularizara la extracción de azúcar de caña y de otras raíces, tubérculos y alimentos, la miel de abeja era el único endulzante primario natural. Debido a sus componentes, como los péptidos pequeños, los flavonoides y las enzimas, la miel de abeja sirve como endulzante, pero no sólo eso. Es un agente protector que, al mezclarse con otros alimentos, puede potenciar tanto el sabor como sus propiedades benéficas para la salud. En este mismo sentido, la miel de abeja sirve como un sustituto natural del azúcar refinado.
Contiene proteínas. La miel de abeja contiene enzimas y aminoácidos. Estas se originan por la actividad de las propias abejas, y en ocasiones en el néctar de la planta. Las proteínas tienen un papel fundamental en el crecimiento y la síntesis de distintos tejidos. A su vez, los aminoácidos son la base para la producción de proteínas.El consumo regular de la miel de abeja favorece la obtención de aminoácidos de alto valor biológico.
Hidratante. La alta concentración de humedad de la miel no solo influye en su viscosidad, peso, sabor y color, sino que puede ser fundamental para humectar distintas partes de nuestro cuerpo. Por lo mismo suele utilizarse como hidratante del cabello y cuero cabelludo. En esto es importante que la miel no se exponga a altas temperaturas, ya que sus propiedades pueden perderse.
Favorece la digestión. Al combinarse con otros productos naturales, como el jugo de limón o la canela, la miel puede favorecer la actividad del sistema digestivo. Esto quiere decir que ayuda a metabolizar los alimentos, previniendo o aliviando indigestiones estomacales. Así mismo se le ha atribuido aliviar síntomas de estreñimiento y sensación de pesadez después de comidas fuertes. Por lo mismo se le ha atribuido también la propiedad de prevenir reflujo y ayudar a aliviar diarrea.
Tratamiento de heridas y quemaduras. Ya desde las antiguas sociedades egipcias, chinas y romanas, la miel se utilizaba para tratar distintas heridas. En combinación con otras hierbas, un ungüento de miel resultaba benéfico para quemaduras de sol, infecciones por heridas y manchas en la cara. Por lo mismo se le atribuyen propiedades antisépticas, es decir, reduce la posibilidad de infecciones al aplicarse en el tejido vivo en algunas heridas.
Alivia la tos y el dolor de garganta. Nuevamente, al combinarse con otras sustancias como el jugo de lima o limón, la miel de abeja alivia el dolor de garganta, incluso en pequeñas dosis. Por las propiedades antibacterianas también podrían ayudar a combatir algunas infecciones de este tipo. Así mismo la miel de abeja es reconocida como un remedio natural para la tos (no obstante se recomienda no aplicar en niños menores de un año).
Desinflamatorio. La aplicación directa de la miel de abeja en músculos inflamados se ha utilizado como un potente desinflamatorio, es decir, se le ha atribuido la propiedad de reducir hinchazones musculares. A su vez, esto alivia el dolor provocado por la misma inflamación.
Otros beneficios. La medicina ayurveda, tradicional de la India, le ha atribuido a la miel propiedades de revitalizantes, que a su vez alivian debilidad o cansancio excesivo. También se le ha atribuido una propiedad relajante que favorece el sueño y algunos síntomas de estrés. Igualmente se utiliza para el dolor de dientes, especialmente en niños mayores de un año, en el tratamiento del asma y el de hipo. Igualmente se utiliza para moderar los niveles de presión sanguínea.
Referencia: https://psicologiaymente.com/nutricion/miel-de-abeja
Existen diversas referencias históricas de la miel de abeja , los antiguos egipcios o los griegos se referían a esta sustancia como un producto sagrado, llegando a servir como forma de pagar los impuestos. En excavaciones egipcias con más de 3.000 años fueron
encontradas muestras de miel de abeja perfectamente conservadas en vasijas ligeramente tapadas. También existen registros prehistóricos en pinturas rupestres de la utilización de la miel de abeja.
Entre los mayas por ejemplo, las abejas fueron insectos muy valorados tanto como lo son hoy, creían en la fuerza de la cera y por tanto elegida como ofrenda por ser atributo de los dioses. El dios maya Ah Muzenkab es el patrón de las abejas y el que protege la miel, se le identifica con uno de los cuatro hermanos que están encargados de sostener la tierra y su culto se hizo muy frecuente en el oriente de la península de Yucatán, su espíritu hoy aún está vigente entre su gente.
Con la miel de abeja los mayas preparaban el "balche", bebida compuesta por miel, corteza de balche y agua, que se ingería en las festividades religiosas.
Otra usos eran para fines medicinales en la prevención de enfermedades y como antiséptico. Como edulcorante en una diversidad de platillos.
En 1549, los españoles les exigieron a los indígenas miel de abeja y cera como tributo.
La miel de abeja era utilizada también, años atrás, como preservante natural, debido a ello los traslados de cuerpos humanos se hacían sumergidos en miel. Ejemplo de ello fue el de Alejandro Magno y el de Agesilao II rey de Esparta. El efecto preservante de la miel de abeja se debe a su baja concentración de agua y es idéntico al que permite la prolongada conservación de los dulces y de las frutas en almíbar donde el alto contenido en azúcar disminuye el contenido de agua.
Referencia: https://www.clubplaneta.com.mx/la_miel_en_la_antigedad.htm
Composición y propiedades de la miel:
Azúcares naturales:
Levulosa 40,5%.
Dextrosa 34,0%.
Sacarosa 1,9%
Enzimas y Vitaminas: 2,6%
Agua: 17,7%
Cenizas: 1,8%
Proteínas: 1,5%
Vitaminas: B, B1, B2, B5, B6, BC, C, G, H e PP.
Sales Minerales: Calcio, fósforo, azufre, potasio, cloro, sodio, magnesio, hierro, manganeso, cobre, silicio, boro, nitrógeno y otros que se encuentran presentes en pequeñas cantidades.
Ácidos: Málico, cítrico, fórmico, tánico, cúprico, oxálico, fosfórico, butírico, acético, latónico, valeriánico e propiónico.
Otros elementos: Azúcares, lípidos, fermentos, histamina, maltosa, dulcitol, aldehídos, clorofila, carotina, tanino, albúmina y varios óleos.
En total ya han sido identificadas 181 sustancias diferentes en la miel, siendo que algunas de ellas no existen en ningún otro lugar.
Existen numerosas variaciones en la composición de la miel en función de la región, de la diversidad vegetal, del clima y también de la época del año.
Referencia: https://www.balansiya.com/ingredientes_miel.html